Carta de Principios por Ñuñoa
Ñuñoa creció con el siglo XX, constituyendo una fuerte identidad de barrio, de convivencia social, de vecindario, una comunidad sustentable, como se señala en la “Carta de Ñuñoa” ; una cultura urbana polivalente, de lugares emblemáticos como el Pedagógico y el Manuel de Salas, el Estadio, la Villa Frei y su propia Plaza.
Desde hace un tiempo asistimos a la sistemática instalación de torres de gran altura, producto de la acción de un poderoso sector inmobiliario que ha encontrado aquí un terreno fértil para sus negocios, así como en casi toda la ciudad. Del modo en que aquí se desarrolla la construcción de edificios, los beneficios de estas inversiones para Ñuñoa son difíciles de entender, pues se hacen a costa de aquello que se quiere vender: una comuna de escala humana, tranquila y verde.
Ñuñoa es hoy, al comenzar el siglo 21, un territorio que violentamente está dejando de ser lo que siempre ha sido. Lo que vemos es destrucción y queremos evitarla, en nuestra propia comuna y en las vecinas, en toda la ciudad en definitiva. Tenemos el derecho a ser parte activa de las decisiones que transforman nuestra ciudad y lo vamos a ejercer.
Esas calles de añosos árboles, ese tamaño y escala que permiten caminar conociendo a los vecinos y comprar en el negocio de la esquina es parte de la co-propiedad que compartimos y de los valores que queremos defender, para lo cual proponemos:
1. Un Plan de Desarrollo Comunal que sea efectivamente el reflejo de la visión de comuna que los vecinos tienen, construida a través de la consulta y la participación ciudadana vinculante, para que podamos llegar a los compromisos que aseguren que los valores de Ñuñoa se conserven. El Plan dará cuenta clara y específicamente de las ideas, los anhelos y la voluntad de las personas que hemos elegido vivir en este pedazo de Chile.
2. Esta visión debe encarnarse en normativas y disposiciones respetuosas de esos compromisos. Se trata del progreso sostenible, de escala humana, de barrios y de vegetación, un proceso en realidad producto del conocimiento y la convicción que todos tengamos respecto de las bondades de esa visión del futuro de la comuna.
3. El Plan Regulador debe revisarse y rehacerse, en todos los aspectos que seannecesarios. Para esto debemos pedir los apoyos profesionales, sociales, técnicos, humanos y de método que se necesiten para implementar una participación ciudadana integral. Ya se hizo una vez. Lo podemos hacer ahora más profundamente. Podemos ser un modesto ejemplo de trabajo conjunto para un mejor espacio urbano.
4. Se deben implementar de inmediato todas las medidas necesarias para detener el deterioro de la calidad de vida en la comuna, mientras se hacen los nuevos Planes de Desarrollo y Regulador de Ñuñoa. La transformación de la comuna debe convertirse en un factor de unidad y de confianza de las vecinas y vecinos, no en un castigo, por lo demás inmerecido.
5. Los conceptos, el método y los instrumentos que puedan usarse para realizar esta tarea deben decidirse en acuerdo con las organizaciones de la comuna, representadas del modo más amplio y democrático, las que, junto a las autoridades locales y otras, constituirán la Asamblea por el Futuro de Ñuñoa con el fin de generar los Planes señalados, con el apoyo profesional y técnico que se precise para cumplir con todos los aspectos que correspondan.
6. La responsabilidad de promover, facilitar, permitir, financiar, en definitiva realizar este trabajo de esta manera, asegurando en todo momento la participación y la construcción de acuerdos entre los diversos actores involucrados, es resorte del municipio, el que, con la urgencia requerida, deberá hacer una propuesta detallada de procedimiento y cronograma.
7. Se trata del método, de la manera de hacer las cosas. Reiteramos que Ñuñoa debe progresar en calidad de vida y, sobre todo, debe continuar siendo la comuna que queremos. Eso sola y únicamente se logra sabiendo todos de qué estamos hablando cuando decimos Ñuñoa. Esto es un gran desafío, probablemente no se haya hecho nunca de esta manera y estamos seguros que es posible y, más aún, es indispensable hacerlo.
Desde hace un tiempo asistimos a la sistemática instalación de torres de gran altura, producto de la acción de un poderoso sector inmobiliario que ha encontrado aquí un terreno fértil para sus negocios, así como en casi toda la ciudad. Del modo en que aquí se desarrolla la construcción de edificios, los beneficios de estas inversiones para Ñuñoa son difíciles de entender, pues se hacen a costa de aquello que se quiere vender: una comuna de escala humana, tranquila y verde.
Ñuñoa es hoy, al comenzar el siglo 21, un territorio que violentamente está dejando de ser lo que siempre ha sido. Lo que vemos es destrucción y queremos evitarla, en nuestra propia comuna y en las vecinas, en toda la ciudad en definitiva. Tenemos el derecho a ser parte activa de las decisiones que transforman nuestra ciudad y lo vamos a ejercer.
Esas calles de añosos árboles, ese tamaño y escala que permiten caminar conociendo a los vecinos y comprar en el negocio de la esquina es parte de la co-propiedad que compartimos y de los valores que queremos defender, para lo cual proponemos:
1. Un Plan de Desarrollo Comunal que sea efectivamente el reflejo de la visión de comuna que los vecinos tienen, construida a través de la consulta y la participación ciudadana vinculante, para que podamos llegar a los compromisos que aseguren que los valores de Ñuñoa se conserven. El Plan dará cuenta clara y específicamente de las ideas, los anhelos y la voluntad de las personas que hemos elegido vivir en este pedazo de Chile.
2. Esta visión debe encarnarse en normativas y disposiciones respetuosas de esos compromisos. Se trata del progreso sostenible, de escala humana, de barrios y de vegetación, un proceso en realidad producto del conocimiento y la convicción que todos tengamos respecto de las bondades de esa visión del futuro de la comuna.
3. El Plan Regulador debe revisarse y rehacerse, en todos los aspectos que seannecesarios. Para esto debemos pedir los apoyos profesionales, sociales, técnicos, humanos y de método que se necesiten para implementar una participación ciudadana integral. Ya se hizo una vez. Lo podemos hacer ahora más profundamente. Podemos ser un modesto ejemplo de trabajo conjunto para un mejor espacio urbano.
4. Se deben implementar de inmediato todas las medidas necesarias para detener el deterioro de la calidad de vida en la comuna, mientras se hacen los nuevos Planes de Desarrollo y Regulador de Ñuñoa. La transformación de la comuna debe convertirse en un factor de unidad y de confianza de las vecinas y vecinos, no en un castigo, por lo demás inmerecido.
5. Los conceptos, el método y los instrumentos que puedan usarse para realizar esta tarea deben decidirse en acuerdo con las organizaciones de la comuna, representadas del modo más amplio y democrático, las que, junto a las autoridades locales y otras, constituirán la Asamblea por el Futuro de Ñuñoa con el fin de generar los Planes señalados, con el apoyo profesional y técnico que se precise para cumplir con todos los aspectos que correspondan.
6. La responsabilidad de promover, facilitar, permitir, financiar, en definitiva realizar este trabajo de esta manera, asegurando en todo momento la participación y la construcción de acuerdos entre los diversos actores involucrados, es resorte del municipio, el que, con la urgencia requerida, deberá hacer una propuesta detallada de procedimiento y cronograma.
7. Se trata del método, de la manera de hacer las cosas. Reiteramos que Ñuñoa debe progresar en calidad de vida y, sobre todo, debe continuar siendo la comuna que queremos. Eso sola y únicamente se logra sabiendo todos de qué estamos hablando cuando decimos Ñuñoa. Esto es un gran desafío, probablemente no se haya hecho nunca de esta manera y estamos seguros que es posible y, más aún, es indispensable hacerlo.
¡¡ Porque queremos nuestra comuna y nuestra ciudad, participamos !!
En acción,
R E D C I U D A D A N A P O R Ñ U Ñ O A
Junio de 2006
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