Antigua Iglesia de las Agustinas
En Santiago, en la calle Moneda, entre Bandera y Ahumada, está la Iglesia de las Agustinas. Una pequeña construcción que es apenas visible entre altos edificios y que está un poco más adentro de la línea de la vereda sur, la antigua Iglesia de las Agustinas es un espacio con mucha historia en pleno centro de la capital.
El Convento de las Agustinas en Chile se remonta al año 1571 cuando doña Francisca Terrin de Guzmán solicitó al Cabildo la creación de la primera casa religiosa para mujeres en el país, su objetivo era acoger a las viudas e hijas de los españoles muertos a manos de los mapuche en la Guerra de Arauco. Siete mujeres fueron las primeras que, después de perder a sus maridos, decidieron juntarse y vivir en comunidad en el año 1576.
El Cabildo de Santiago entregó el terreno y parte de los fondos para la construcción de los edificios y la Iglesia, los que fueron completados por la fundadora que donó toda su fortuna y por el encomendero y alférez real don Antonio González Montero, sobrino del primer obispo de la ciudad. El convento ocupaba las dos manzanas comprendidas entre las actuales calles Ahumada, Agustinas, Bandera y Alameda, y llegó a tener siete patios en torno de los cuales se ordenaban las celdas de las monjas.
La primera iglesia de las monjas Agustinas, o de la Monjas de Santiago, bajo la advocación de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, estaba situada en Ahumada esquina Agustinas y fue destruida por el terremoto de 1647. Es esta construcción la que le dará el nombre que hasta hoy tiene la calle sobre la que fue levantada. A la segunda iglesia, construida en el mismo lugar, de mejor calidad que la anterior la destruyó por completo el terremoto de 1730, debiendo trasladarse las monjas a una casa cercana.
El traslado de la Congregación a la calle Moneda, a la ubicación actual de la iglesia, se debió a una sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago que ordenaba la apertura de la calle Moneda entre Bandera y Ahumada y que durante tres siglos estuvo tapada por la propiedad de las monjas.
En 1852 el monasterio vendió la mayor parte de sus edificios y terrenos, conservando en la parte sur el terreno para la construcción de la iglesia. El loteo de tan céntricos terrenos dio origen, unos años después, a un bullente barrio comercial formado al sur por los edificios del Club de la Unión, la Bolsa de Comercio, el antiguo Hotel Mundial, el edificio Ariztía, el primer rascacielos de la ciudad, y más recientemente el Banco del Estado. Al norte, los terrenos que antiguamente ocupó el osario de las monjas en los linderos del monasterio y la calle de la Bandera, fueron adquiridos por la Sociedad Unión Central, que construyó edificios de habitaciones y locales comerciales, además de un teatro. El Teatro Unión Central de Santiago se haría famoso en 1896 cuando se realizó el primer programa cinematográfico del país. En esta misma manzana, en las esquinas de la calle Agustinas con Bandera, comenzó a funcionar la Pontificia Universidad Católica en junio de 1888, con sólo dos cursos: leyes y matemática.
Cuando se abrió al tránsito la actual calle Moneda las religiosas construyeron un pasaje subterráneo para comunicar las secciones de la propiedad por debajo de la nueva calle. Y sobre esta calle y no sobre la que su presencia bautizó comenzaron a construir su tercera y definitiva iglesia.
La tercera y actual iglesia comenzó a construirse en 1857 y fue proyectada y construida por el notable arquitecto italiano Eusebio Chelli, responsable de muchas construcciones religiosas en Santiago, en el estilo neoclásico que se impuso en el país en el siglo XIX, y corresponde al estilo neorrenacentista inspirado en la arquitectura de Paladio, uno de los grandes arquitectos del renacimiento.
En 1921 el templo fue donado al Arzobispado y en la actualidad el Movimiento Cristiano de Empleados se encarga de su mantención. Las monjas agustinas se habían trasladado en 1912 a sus actuales terrenos en la calle Vicuña Mackenna entre Santa Isabel y la calle Marín.
En su interior destacan un púlpito del siglo XVIII del estilo barroco bávaro, realizado por los jesuitas en el taller de Calera de Tango; y el Órgano Walcker, declarado Monumento Histórico, construido en 1875 por la afamada casa alemana y que es hoy el más antiguo en funciones. La iglesia es usada regularmente para dar conciertos de música sacra hasta el día de hoy luego de una profunda restauración que concluyó en el año 2000.